La barra más deseada en cualquier evento: un Candy Bar. En esta ocasión dedicado al mundo del Golf. Una mesa dispuesta de manera atractiva donde los invitados disfrutan dulces y golosinas y que con el toque de diseño necesario, en cuanto a las formas de los recipientes y los colores, se consigue aportar un punto más a la celebración.
Desde que somos pequeños, los dulces, caramelos y gominolas nos acompañan en cada momento especial, en cada fecha que festejar. El paladar pues, reconoce y asocia esas pequeñas delicias con nuestra infancia, nuestra inocencia y los momentos más felices de nuestra vida. Por ello siempre es una buena decisión contar con un Candy Bar que alegre nuestra memoria y la de los invitados y que sirva para sumar un grato recuerdo.
Además es un punto más de personalización. ¿Eres un amante del golf? Muéstralo y homenajea ese mundo con un Candy Bar único.
El diseño llevado hasta el último detalle tiene como resultado una gran sorpresa, divertida y distinta, hecha para disfrutar. El verde debía ser el protagonista. Como no podía faltar el césped, Virginia Florista nos ayudó y dispuso un “mantel” de césped natural.
Las bolas de golf eran pura gastronomía y las banderas sirvieron para señalar su sabor a chocolate blanco.
Cada símbolo del mundo del golf fue reflejado y convertido por nuestros compañeros del obrador. Palos de golf, hoyo, hierba… se unieron en perfecta combinación en la tarta central.
Las delicias, saladas y dulces, se mezclaron entre las golosinas. La combinación del verde predominante, con el blanco y el rojo hicieron el resto para crear el recuerdo perfecto a un campo de golf.